Las glándulas salivales producen saliva que la vuelcan en la boca a través de los conductos que se abren en diversas partes de ésta. La saliva contiene enzimas que ayudan a la digestión de los alimentos y anticuerpos que ayudan a proteger contra las infecciones de la boca y la garganta.
Como otras partes del cuerpo, tanto las glándulas salivales como los ductos se pueden irritar o inflamar, lo que puede provocar síntomas como:
Estas inflamaciones pueden ocurrir por diferentes trastornos de las glándulas salivales, como infecciones (producidas por bacterias o virus), obstrucción de las glándulas y hasta tumores (en su mayoría, benignos). Entre ellos, por ejemplo:
Los exámenes varían dependiendo de la afección que presuntamente está causando el problema. Las imágenes de las glándulas se pueden visualizar mediante una ecografía, una resonancia magnética o tomografías computarizadas. Los conductos de la boca se pueden examinar utilizando una radiografía llamada “sialografía”.
Finalmente, una biopsia de las glándulas salivales puede ser muy útil para diagnosticar problemas con estas glándulas.
El tratamiento de los trastornos de las glándulas salivales varía de acuerdo a la causa. Algunos de ellos pueden ser tales como:
- Beber mucha agua, utilizar gotas de limón sin azúcar para aumentar el flujo de saliva y masajear la glándula con calor, pueden ayudar con las infecciones y los cálculos.
- Los antibióticos se utilizan para las infecciones bacterianas.
- Los cálculos pueden ser eliminados a través de endoscopios, litotricia o cirugía.
- Los tumores se tratan con cirugía.
Otros tratamientos dependen del trastorno específico.
La mayoría de los trastornos de las glándulas salivales responden correctamente al tratamiento.
Es importante que acudas con una cirujano maxilofacial certificada que te pueda ofrecer las alternativas estéticas y funcionales.
Dra Yazmin Davila:
Esperamos que sea de utilidad esta información.
Lunes – Viernes
09.00 – 18.00
Sábado
09.00 – 14.00
Conoce nuestros tratamientos