Tratamiento Multidisciplinario de Labio Paladar Hendido

Tratamiento Multidisciplinario de Labio Paladar Hendido

El término «labio leporino» es la forma coloquial de referirse al labio hendido o fisurado. Se trata de un defecto congénito (de nacimiento) consistente en una malformación de uno o los dos lados del labio superior. En los casos más graves esta deformación puede ir acompañada de una fisura del paladar comúnmente conocida como paladar hendido. Ambas anomalías van acompañadas de una malformación de la cara, que en algunos casos puede ser muy notoria.

Es un problema muy frecuente que puede presentar distintos niveles de gravedad, desde una pequeña muesca hasta la afectación de los dos lados del labio.

Su corrección es siempre quirúrgica, en edades tempranas, para normalizar el aspecto facial lo antes posible y permitir el crecimiento adecuado de las estructuras afectadas.

Labio leporino:

Esta malformación se debe a un incompleto cierre del labio durante el  desarrollo fetal, que se manifiesta a través de una apertura en el labio superior que se acompaña también de una deformidad de la nariz. Este defecto de nacimiento además de ser un problema estético dificulta la alimentación del bebe y en algunos casos afecta a la audición y a la dentición.

Fisura Palatina:

Es una malformación congénita que se produce cuando el paladar no se cierra completamente, dejando una abertura en uno o en ambos lados de este, pudiéndose extender hasta la cavidad nasal. Al igual que el labio leporino, esta anomalía se puede asociar a problemas auditivos, dificultar el desarrollo del habla, además de influir negativamente en la integración y autoestima del niño.

La fisura palatina al desarrollarse dentro de la cavidad bucal no es tan perceptible como el labio hendido, aunque repercute de forma muy importante en el habla.

¿Qué causa el Labio leporino y paladar hendido?

No se conoce a ciencia cierta la causa del labio leporino y paladar hendido. Lo que sí conocemos es que la aparición de ambas anomalías está relacionada con factores genéticos de ambos padres, así como con factores ambientales que especialistas y científicos no llegan a comprender en su totalidad.

Un pequeño porcentaje de casos tienen antecedentes familiares, pero en la mayor parte de los niños aparece de forma aislada y no asociado a otros síndromes.

Se está investigando mucho sobre la influencia del ácido fólico en la aparición de las fisuras labio-palatinas. Aunque en España la mayor parte de los embarazos están bien controlados y reciben suplementos de ácido fólico, podría existir una alteración en el metabolismo que convierte el ácido fólico en su forma activa, el folato. Así se produciría un déficit de forma activa a pesar de estar tomando una cantidad adecuada de ácido fólico.

Además, el acido fólico podría ser “protector” en los casos familiares.

Aunque no se puede prevenir esta malformación, evitar agentes externos como el tabaco o el alcohol en grandes cantidades también contribuye a proteger al feto.

Las posibles complicaciones asociadas con un labio leporino o paladar hendido van más allá de la mera deformidad estética como:

  • Problemas de alimentación: Las dificultades aumentan cuando el niño presenta paladar hendido. El bebé tendrá dificultades o podrá ser incapaz de amamantar adecuadamente ya que el paladar no está formado adecuadamente.
    Afortunadamente, existen biberones y pezones especialmente diseñados para ayudar a los bebés a succionar y enviar los fluidos hacia el estómago. Además Los niños con paladar hendido pueden necesitar llevar un paladar artificial para ayudarles a comer adecuadamente y asegurarse de que estén recibiendo la nutrición adecuada hasta que se les intervenga quirúrgicamente
  • Infecciones de oído y/o pérdida auditiva: Los niños con fisura palatina están en mayor riesgo de padecer infecciones de oído, ya que son más propensos a la acumulación de líquido en el oído medio. Si no se tratan, estas infecciones pueden causar pérdida de audición. Para evitar que esto suceda, los niños con paladar hendido usualmente necesitan tubos especiales colocados en los tímpanos para ayudar al drenaje del líquido.
  • Problemas al hablar: Debido a la apertura del paladar y labio la función muscular se puede ver reducida, implicando un retraso en el habla o afectando el habla normal.
  • Problemas dentales: Estas anomalías pueden impedir que los dientes salgan de forma normal necesitando en la mayoría de los casos, ortodoncia.

La mayor preocupación que presenta un bebé con paladar hendido es una correcta alimentación. Los niños con labio leporino, normalmente no tienen dificultades de alimentación, en cambio para los que padecen de fisura del paladar succionar les resulta muy complicado.

Aquí les ofrecemos unas sugerencias para ayudar a la alimentación del bebe:

  • Está permitido amamantar al bebé, pero debe saber que esta tarea le llevará tiempo por lo que tiene que tener paciencia. En los niños con fisura palatina completa es muy complicada la alimentación al pecho
  • Debe estar dispuesta a utilizar métodos alternativos si el pecho no es suficiente para completar su alimentación. Puede probar con un sacaleches o alimentar al pequeño mediante otras técnicas.
  • Es recomendable realizar tomas o comidas cortas y frecuentes. Aunque sea frustrante de esta manera el bebé ingerirá un mayor número de calorías.
  • Para evitar que el alimento se le salga por la nariz, mantenga al bebé en posición erguida.
  • Pruebe con otro tipo de biberones. Existen muchos en el mercado destinados a ayudar a los bebés con paladar hendido. Consulte con el médico de su hijo sobre cuál se adapta mejor a sus necesidades

La operación de labio leporino está indicada para bebés en los primeros meses de vida, normalmente a partir del primer trimestre, mientras que la cirugía del paladar hendido se realizará a partir de los 9 meses de edad.

El objetivo de la cirugía de labio leporino y fisura palatina es lograr una forma bonita y natural de la nariz y el labio sin la presencia de cicatrices notables en el rostro de los niños y conseguir un habla perfecta.

La intervención quirúrgica para la reparación del labio leporino (Queilorrinoplastia) se realiza en los primeros meses de vida del bebé, normalmente a partir de los 3 meses, mientras que la palatoplastia o reparación de paladar se trata a partir de los 9 meses de edad.

La complejidad de ambas técnicas depende del nivel de defecto del labio o paladar, requiriendo en algunos casos y a medida que se va desarrollando el niño varias intervenciones o retoques quirúrgicos para garantizar un perfecto y natural resultado final.

Esta cirugía consiste en cerrar el defecto del labio de manera que reparemos todas sus estructuras (piel, mucosa, labio rojo, músculo) con una cicatriz lo más escondida posible. Hablamos de queilorrinoplastia porque se trata  también de reparar la deformidad nasal. Intentamos que quede un labio que no solo sea natural en su aspecto sino también expresivo.

En el caso de la fisura palatina, la cirugía es un poco más tardía y consiste en cerrar la comunicación que existe entre boca y nariz con los tejidos del propio paladar. Además es imprescindible reparar los músculos del velo del paladar para un desarrollo del habla adecuado.

Las cirugías se realizan bajo anestesia general. A pesar de la complejidad de las intervenciones, los bebés las toleran bien y se les da de alta al día siguiente de la cirugía. Durante su ingreso, están acompañados por sus padres en todo momento, excepto en el quirófano.

Tras la cirugía, el niño puede estar un poco irritable.

  • Los puntos de sutura se disolverán solos con el transcurso de los días o se le quitarán en 5-7 días.
  • Su médico le dará instrucciones detalladas acerca de cómo alimentar a su hijo.
  • Para proveerle de líquidos hasta que pueda beber, el niño contará con un catéter intravenoso durante la cirugía y después de ésta.
  • Durante los dos días siguientes a la cirugía el pequeño sentirá ligeros dolores que se podrán aliviar con medicamentos. Importante que no contengan aspirina

Esta cirugía por norma general suele ser más complicada que la de labio hendido, ocasionándole más molestias y dolor.

  • El bebé podrá estar ingresado de uno a tres días.
  • Debido al dolor y molestias el niño no podrá beber ni comer. Se le administrarán líquidos a través de un catéter intravenoso hasta que pueda beber adecuadamente.
  • Su hijo tendrá puntos de sutura, loca cuales se disolverán con el paso de los días. En algunos casos se colocará un material hemostático (coagulante) en el paladar del menor. No lo retire a menos que se lo diga el cirujano que operó al niño.
  • Puede que presente drenaje de sangre por nariz y boca. No se alarmen disminuirá a lo largo del día.
  • La zona de la cirugía se hinchará e irá bajando paulatinamente en una semana.
  • Para aliviar el dolor puede darle al niño medicamentos SIN aspirina
  • Después de cada biberón o comida se le debe dar una pequeña cantidad de agua para limpiar la incisión. Usted puede continuar limpiando esta zona suavemente con agua varias veces al día, si fuese necesario.
  • Tras la cirugía muchos bebes presentan señales de congestión nasal, como ronquidos, disminución de apetito, etc. El médico de su hijo le recetará medicamentos que alivien esta congestión.

Toda operación conlleva una cicatriz y más una intervención de este tipo. En los primeros meses la cicatriz será más notoria debido a la localización de la anomalía pero con el paso de los años y siguiendo las recomendaciones del cirujano plástico, la cicatriz o secuelas de la operación pasarán prácticamente inadvertidas.

Si es cierto que los niños que fueron operados en la infancia de labio leporino o fisura palatina pueden necesitar alguna cirugía posterior para ayudarles a mejorar su aspecto funcional y estético. Estas cirugías se conocen como cirugías secundarias.

  • Rinoplastia secundaria: corrección de la nariz para que aparezca simétrica y proyectada.
  • Queilopastia secundaria: Cirugía del labio, puede ser necesaria al cabo de los años en caso de que la primera cirugía no haya sido totalmente satisfactoria.
  • Alveloplastia: Cirugía que consiste en el injerto óseo en la encía fisurada.
  • Cirugía en el caso de insuficiencia velofaríngea: en el caso de que los niños no hablen correctamente.

Es importante que acudas con una cirujano maxilofacial certificada que te pueda ofrecer las alternativas estéticas y funcionales.

Dra Yazmin Davila:

  • Cédula Profesional 5254940
  • Cédula de Especialidad 8996266
  • Certificada por el Consejo Mexicano de Cirugia Oral y Maxilofacial.


Esperamos que sea de utilidad esta información.

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