Mucosa oral

Mucosa oral

Enfermedades de la mucosa oral. La mucosa oral es el revestimiento que tapiza el interior de la boca y puede generarnos patologías tanto benignas como malignas.

Tipos de afecciones

Las enfermedades benignas de la mucosa pueden ser de tipo inflamatorio, bien traumáticas, o de causa infecciosa. A veces aparecen tras la toma de fármacos o bien en situaciones fisiológicas, como los épulis del embarazo.

Las lesiones malignas de la mucosa oral o cáncer oral son mucho más frecuentes de lo que en general se cree, estando directamente relacionadas con el alcohol y el tabaco. Por esta razón cualquier lesión que perdure durante más de 15 días debe ser evaluada por un especialista.

Las instalaciones de la clinica de cirugía oral y maxilofacial se dispone de un equipo de especialistas en el Ámbito de la detección precoz y el tratamiento de las lesiones precancerosas y cancerosas de la cavidad bucal, facilitando su identificación en base al uso de los últimos avances científicos en medios diagnósticos y terapéuticos.

Alteraciones de la mucosa oral

La mucosa oral forma parte del tracto digestivo superior y en ella pueden producirse enfermedades de origen local o sistémico. Cualquier alteración de la boca precisa de un examen minucioso de toda la cavidad oral: mucosa oral, encías, paladar y lengua. No sólo recurrimos a la inspección, también la palpación y el estudio anatomopatológico suelen ser herramientas imprescindibles para la confirmación diagnóstica. Dentro de las alteraciones de la mucosa oral diferenciaremos varios apartados:

  • Enfermedad de Fordyce: Caracterizada por la aparición de las manchas de Fordyce (pequeñas lesiones de color amarillento aisladas o en grupos, sobretodo en la mucosa del labio). Histológicamente son glándulas sebáceas ectópicas, es decir, de morfología normal pero localización anormal.
  • Lengua fisurada: Aumento del número de canales o pliegues en el dorso de la lengua. Suele ser asintomática aunque puede sufrir alteraciones secundarias a procesos traumáticos (como el cepillado) o infeccioso.
  • Glositis media romboidel: Placa eritematosa en la porción central del dorso de la lengua. Se trata de una hiperplasia epidérmica cuya colonización por cándidas es frecuentísima.
  • Varices linguales: Son vasos dilatados de color azul-violáceo ubicados, sobretodo, en las caras laterales y ventrales de la lengua. No tienen trascendencia clínica.
  • Toro: Exostosis o protuberancia ósea en la línea media del paladar duro. No precisa tratamiento.
  • Enfermedades periodontales: Son tratadas, ampliamente, en el capítulo correspondiente. Destacan:
  • Periodontitis: Inflamación periodontal que supone la causa más frecuente de pérdida dental
  • Hiperplasia gingival: desarrollo anómalo de las encías. Es posible encontrarla en estados fisiológicos como el embarazo pero la causa más frecuente es la secundaria a medicamentos (fenitoína, nifedipino, ciclosporina o combinaciones de éstos). Algunos casos pueden precisar cirugía.
  • Gingivoestomatitis Herpética aguda: provocada por el virus del herpes simple. Es más frecuente en niños. Sólo el 50% da síntomas. Puede presentarse con una mucosa oral edematosa con úlceras que coalescen difícil apreciación de vesículas. Suelen curar en 1-2 semanas sin dejar cicatriz. Pueden acompañarse de fiebre, adenopatías laterocervicales y afectación del estado general.
  • Herpes labial recurrente: Presente en el 30% de la población. Etiología: Virus tipo I. se trata de la formación recidivante de vesículas en el tercio externo del labio o región perioral. Suelen durar entre 3-7 días. Curan sin dejar cicatriz. La aplicación del antirretroviral convencional no disminuye la duración del proceso.
  • Enfermedad boca-mano-pie: causada por el Coxsackie tipo A. Son lesiones vesiculares en orofaringe, piel de manos y pies y región glútea. Cura sin dejar cicatriz en dos semanas.
  • Herpes Zoster: provocado por el virus varicela-zoster. Son vesículas que se ulceran siguiendo una metiera unilateral y provocando la neuralgia de la misma.

El tratamiento utilizado para las lesiones de la mucosa oral va a depender, de forma absoluta, de la etiología o causa de la lesión.

Si nos encontramos ante una infección de la mucosa oral el primer ítem a indagar sería su etiología específica: vírica, bacteriana, fúngica. Ello nos determinará el tratamiento de forma absoluta pues sólo si es de causa bacteriana estará indicado el tratamiento con antibióticos.

Otros procesos banales y frecuentes son las aftas. Sin tratamiento cicatrizan por sí solas en 7-10 días pero existen tratamientos sintomáticos que alivian el dolor y aceleran el proceso de resolución, por ejemplo enjuagues con manzanilla o agua salada.

En caso de mucositis por radioterapia o quimioterapia podemos realizar enjuagues profilácticos con una disolución específica (un litro de agua con dos cucharadas de bicarbonato ó una de bicarbonato y una de sal).

En el caso de la llamada "boca seca", asociada o no a patología sistémica (síndrome de Sjögren) o por alteraciones congénitas o adquiridas de las glándulas salivares se puede recurrir a la saliva artificial, chiles de xilitol o medidas sintomáticas como la toma de hielo, para mantener las mucosas hidratadas.

Ante cualquier alteración de la boca debe procederse a un examen minucioso de la cavidad oral, de manera sistemática. Se deben explorar todas las áreas de la mucosa oral y se deben realizar pruebas complementarias (biopsia en la mayoría de los casos) para la confirmación diagnóstica, en la mayoría de los casos. Se recomienda para prewvenir estas alteraciones lo siguiente:

  • Dieta e hidratación adecuadas.
  • Disminuir el consumo de alcohol y tabaco, lo deseable sería abandonar este hábito.
  • Disminuir los niveles de estrés.
  • Visita periódica al dentista.
  • Revisiones del estado de las prótesis bucales.
  • Utilizar protector labial ante exposiciones prolongadas al sol.

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